sábado, 20 de septiembre de 2014

Mi experiencia en el aula con la ortografía y la redacción de los alumnos

En mi corta experiencia docente, así como en mis prácticas educativas, pude observar que la mayoría de los alumnos del nivel secundario presentan dificultades en la ortografía y la redacción.

 A continuación, voy a referirme al caso particular de mis alumnos de tercer año del CBC. Ellos debían redactar un cuento fantástico sobre un tema a elección. Al entregar sus producciones pude ver las dificultades gramaticales, de coherencia y de cohesión.

 En este sentido, sus faltas de ortografía se daban en la inadecuada escritura de las palabras y de la aplicación de las normas de la ortografía en general. En efecto, los estudiantes escribían como hablaban o de manera abreviada como si estuviesen escribiendo un mensaje de chat o SMS.

 La coherencia y cohesión de estos alumnos era inadecuada, ya que empezaban una idea y la siguiente no coincidía con la primera. Sumado a esto, lo que redactaban era sumamente breve. Tal vez en sus mentes tenían una idea acabada de lo que querían escribir pero al momento de concretar se “iban por las ramas”.

 En una primera instancia, me ocupe de la ortografía, ya que debían mejorar esta cuestión. ¿Cómo lo hice? A través de la enseñanza de las reglas ortográficas y con la utilización de textos relacionados con el mundo tecnológico y adolescente, por ejemplo “el uso del celular”. Es decir, les acerqué textos que captarán la atención del alumno para así poder enseñar y aplicar las reglas ortográficas mediante una mejor predisposición del estudiante. Ellos tenían a mano las reglas ortográficas y debían aplicarlas de la manera adecuada.

 A partir de los textos disparadores, los estudiantes debían realizar otra redacción sobre el mismo tema o argumento pero en esta ocasión, estaban obligados a aplicar las reglas de coherencia y cohesión adecuadas que fueron expuestas oportunamente en una clase anterior.

 Esta vez las producciones que recibí fueron medianamente mejor elaboradas y cuidadas en su redacción, ya que los temas propuestos eran del interés del alumno. Esta fue una de mis estrategias. Le ofrecí al estudiante un texto con una cuestión de su interés para trabajar desde allí con el error.

 Cabe destacar que estos alumnos cuando leían en voz alta también lo hacían con muchas dificultades de entonación. Como estrategia para sobrellevar este problema, estoy implementando la lectura cotidiana y obligatoria de un libro en los últimos minutos de la clase. Es decir, estoy intentando crearles un hábito de lectura como condición para la obtención de un buen concepto.

 En efecto, considero que el estudiante de hoy está más familiarizado con lo tecnológico y visual que con la redacción o lectura de un texto. Si el texto a leer o escribir es extenso, surgen las quejas unánimes como así también en las instancias de dictado. Sería bueno reflexionar cuales son las causas de estas dificultades y cuáles son los mejores métodos a utilizar para paliar esta situación. Aquí les dejo un video sobre otro tipo de estrategia innovadora para enseñar ortografía.

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